Lo primero que a Afaf le sorprendió de Euskal Herria fue
el paisaje. Ella estaba acostumbrada a la imagen del desierto, un lugar
inhóspito, sin vegetación pero a la vez
mágico y cálido. Y más tarde, se habituó a la meseta castellana, en Burgos, una zona llana, muy fría en invierno y calurosa en verano. No
se imaginaba en absoluto vivir en un sitio repleto de montes y de vegetación.
El primer día que la niña pisó los territorios vascos
pensó que jamás había visto una zona tan verde. Mirara a donde mirara, Afaf
sólo veía árboles; le parecían
infinitos, igual que la arena en el desierto.
Años después, cuando la joven viajaba a los campamentos de
refugiados saharauis, y su familia y amigos le decían que les describiera
Euskal Herria, ella utilizaba un solo adjetivo
“ verde”, recuerdo que les contestaba con una sonrisa.
Para los saharauis, el verde es un símbolo positivo, el color de la esperanza, la esperanza que
les alimenta día a día para seguir luchando por su libertad. Por eso mismo a
Afaf le gustaba tanto el paisaje vasco, porque le transmitía esperanza. “El
verde es el color de la vida”me solía decir. Igual os parece todo esto
demasiado cursi,queridos lectores, pero
yo sólo narro lo que ella me cuenta y plasmo sus palabras en papel. De todas
formas, no me sorprende el hecho de que Afaf diga palabras tan “ñoñas” cuando se refiere a
Euskal Herria ya que en numerosas ocasiones me ha dicho lo siguiente: “los
vascos han demostrado mucho a mi pueblo, siempre han sido muy solidarios con nostros.
Y todo aquel que apoye al pueblo saharaui se gana mi respeto y mi cariño”.
Aún recuerdo como si fuera ayer la época en la que los
saharauis montaron un campamento, a las afueras de la ciudad del Aaiún ocupado,
para reivindicar sus derechos. En el mes en el que duró la protesta unos 20.000
saharauis asentaron sus jaimas (tiendas de campaña) para formar el campamento
de Gdeim Izik o como otros lo llaman, el campamento de la dignidad. A medida
que transcurrían los días, Afaf se iba poniendo más nerviosa porque sabía que
Marruecos no iba a tardar en reaccionar y que su respuesta ante la
manifestación pacífica saharaui no iba a ser nada positiva. Y efectivamente, en
la madrugada del día 8 de noviembre de 2010 militares marroquís intervinieron
en el campamento de Gdeim Izik con gas lacrimógeno, cañones de agua hirviendo y porras. No hace falta decir que el
ejército marroquí arrasó con todo aquel que podía, sin importarle los niños, ancianos
o mujeres embarazadas. Muchos fueron encarcelados, otros desaparecidos,
torturados, violados o asesinados. Y los que pudieron, se escaparon para
refugiarse en el desierto.
Cuando sucedió toda esta tragedia a Afaf le resultaba
imposible coinciliar el sueño, no hacía otra cosa que llorar por la suerte que habían sufrido sus hermanos
saharauis y pensar en el futuro: “¿qué pasará ahora con nosotros? ¿Iniciaremos una nueva guerra con Marruecos? ¿Y si en la guerra se muere mi
padre, mis tíos, mis primos…?¿Cómo estará mi familia de los territorios
ocupados? ¿Qué les habrá pasado a los miles de saharauis que participaron en el
campamento de Gdeim Izik?”. Estas y otras muchas preguntas eran las que a la
joven no le dejaban dormir.
La verdad es que la etapa del desmantelamiento del campamento
de Gdeim Izik fue un periodo muy duro para Afaf y para todos lo saharauis en
general. La chica no podía reprimir las lágrimas en casa, en la calle e incluso
en clase. Temía por la vida de su familia y de sus paisanos en los territorios
ocupados del Sáhara Occidental.
En aquellos días oscuros hubo una luz que hizo que esta
adolescente no se derrumbara por completo y queridos lectores, esa luz fue la
solidaridad, el cariño y el apoyo que Afaf recibió por parte de sus compañeros,
profesores y amigos . Tal fue el apoyo, que los profesores le dieron la
oportunidad de dar una charla en el instituto sobre el conflicto del Sáhara y
la eligieron para llevar el Lekuko en el kilómetro que compró el Instituto en
la Korrika del 2011. Fue todo un honor para Afaf poder correr con el Lekuko, en
una mano, y la Ikurrina y la bandera del Sáhara ,en la otra, en una carrera tan
especial como lo es la Korrika. Pero
aquí no acaba la solidaridad vasca. En los días posteriores al desmantelamiento
del campamento de la dignidad o de Gdeim Izik,
se realizaron varios eventos para denunciar el genocidio por parte de
Marruecos a la población civil saharaui y en dichas manifestaciones y
concentraciones también participaron amigos y compañeros de clase de esta
saharaui. No sabéis lo agradecida que se sintió. No se puede expresar en
palabras, hay que vivirlo para poder entenderlo. Y, sinceramente, creo que Afaf jamás olvidará el apoyo recibido
durante esos días, esos días en los que los miles de vascos que colaboraron en
las protestas pro-saharauis le enseñaron
el verdadero significado de la palabra solidaridad o elkartasuna (en euskera).
Le demostraron que no estaba sola, que su pueblo no había caído en el olvido,
que aún existían personas que les apoyaban y defendían su lucha.
Pero Afaf no sólo sintió la solidaridad vasca en el
instituto, sino que también en la Universidad. Hace un año escaso, Afaf dio
otra charla sobre el conflicto de su país y a dicho acontecimiento asistieron sus
compañeros de carrera y gente que ni
siquiera conocía. El cariño y el apoyo que le demostraron acudiendo a su charla
fue tan grande que tampoco lo puedo expresar en palabras. Siento no poder
reflejar como es debido las emociones de esta ex-refugiada pero hay ciertos
sentimientos que son tan grandes que creo que ni el mejor escritor o poeta sería
capaz de exteriorizarlos.
Y por último, hace unos meses, uno de los amigos de
carrera de la chica la acompañó a la concentración del segundo aniversario del
desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik y en protesta contra los juicios militares en
el Sáhara Occidental. Era la primera vez que alguien de la Universidad iba con
Afaf a algún evento pro-saharaui y ese detalle también tocó una de las fibras
más sensibles de la joven.
Desde aquí, doy
gracias a todas las personas que han asistido o asistirán a manifestaciones a
favor del pueblo saharaui; también agradezco de todo corazón a todos aquellos
que aportan su granito de arena a la causa ya sea informándose, difundiendo el
tema o acogiendo a algún niño en verano. A todos vosotros, miles de millones de
gracias. Espero que algún día os topéis con este blog y que os déis por aludidos.
Mi publicación de hoy va en vuestro honor, en honor a todos aquellos vascos
solidarios a los que les tengo tanto cariño.
Quizá algunos de los lectores penséis que hay más sitios aparte de Euskal Herria que también apoyan la
lucha del pueblo saharaui, pero señores,
la casualidad, el azar o el destino ha puesto a los vascos en el camino
de Afaf, o tal vez a Afaf en el camino de los vascos. El cariño que tanto
siente es hacia ellos.
Finalmente, sólo añadir que he decidido publicar esta
entrada en estas fechas porque hoy es un día muy especial para todos los
vascos, hoy es el Aberri Eguna. Así que desde aquí les felicito a todos ellos y
les doy las gracias de nuevo por su cariño, por su apoyo y su solidaridad. Nadie
sabe qué es lo que nos depara el futuro a cada uno, pero yo os prometo que si alguna vez me tengo que ir de aquí, estoy segura de que no tardaría en volver; volvería
a Euskal Herria, al País Vasco, al País de la esperanza. ¿FIN?
Holaaaa, he leido tus tres relatos y me han encantado, desde Almeria toda mi solidaridad, apoyo y adhesion a vuestra lucha que tambien es la mia desde hace ya algunos años, con vosotros hasta el dia del ansiado retorno a la tierra liberada!!
ResponderEliminarMe gustaria saber si me autorizas a compartir y publicar tus relatos en mi blog, como te he dicho, me han encantado
un abrazo solidario siempre
Oh, muchísimas gracias! de verdad que me alagas y te agradezco profundamente tu apoyo y solidaridad :) Y por supuesto que te dejo que publiques mis entradas en tu blog, mi finalidad es DIFUNDIR la causa del pueblo saharaui y sería todo un honor para mí saber que mis palabras aportan algún que otro granito de arena ;) muchísimas gracias de nuevo, de verdad!
EliminarGracias a ti reina, en eso estamos, en aportar aunque sea nuestro pequeño granito de arena (de la del Sahara claro), granito a granito iremos haciendo montañas y las moveremos hacia la libertad..
Eliminarun beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarElkartasuna, herrien arteko samurtasuna da.
ResponderEliminarEzagutu berri dudan blog xume zein atsegin honi ongietorria ta jarraitzaile berri bat hementxe!!! Mila esker zure hitzak elkarbanatzeagaitik!!
La vida de los pueblos es más larga que la de los Gobiernos que los oprimen!
GORA HERRIEN BORROKA
Eskerrik asko zuei, nire herriaren alde borrokatzeagatik :) Gora herri zapalduak baina inoiz ez zanpatuak!
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